Porque la estrategia de "lanzar y rezar" es la mejor forma de desperdiciar tu presupuesto de anuncios

Gastar dinero en anuncios da miedo porque simplemente no sabes si ese dinero va a regresar.

Gastar dinero en anuncios sin saber si atraerán a un solo cliente puede ser más aterrador que un examen de próstata hecho por Edward Manos de Tijera.

Así que vamos a arreglar eso y empecemos con la primera y más grande razón por la que los anuncios fallan:

Deja de lanzar tu mensaje a cualquiera que pueda verlo

Antes de que alguien saque su dinero ganado con esfuerzo por lo que estás vendiendo, necesitas hacer que se sienten y presten atención. Y la fría y dura verdad es que la mayoría de los negocios son más aburridos que ver crecer pasto.

Pero aquí está el asunto: incluso si estás vendiendo la cosa más aburrida del mundo, el CLIENTE CORRECTO va a estar encima de eso como un mapache saltando en un contenedor de basura.

La clave es descubrir quiénes son esas personas y hablarles directamente.

Olvídate de las masas: Enfócate en tu comprador ideal

En lugar de jugar al juego de los números y esperar encontrarte con unos cuantos prospectos decentes, tienes que ser quirúrgico. Meticuloso. Preciso. Investiga a fondo y descubre EXACTAMENTE quién es tu cliente perfecto.

¿Qué les quita el sueño en la noche? ¿Qué deseos secretos esconden de su pareja? Una vez que sepas qué los mueve, puedes crear una oferta que haga que saquen su billetera más rápido de lo que puedes decir "¡TOMA MI DINERO!".

Convierte productos aburridos en maravillas imprescindibles

Ahora, sé lo que estás pensando: “¡Pero mi producto es tan emocionante como una endodoncia! ¿Cómo voy a hacerlo atractivo?”

Tienes que encontrar el ángulo que haga que tu cliente ideal preste atención. Resalta los beneficios ocultos, toca sus emociones, haz que sientan que su vida no estará completa sin tu artilugio.

Cuando te concentras con láser en tu comprador ideal, no necesitas bombardear todo internet con tus anuncios. Puedes poner tu mensaje frente a las personas EXACTAS, sin quemar todo tu presupuesto en curiosos y mirones.

Así que deja de perder el tiempo con el marketing de “lanzar y rezar” y empieza a acercarte a los clientes que están prácticamente ROGÁNDOTE para lanzarte su dinero. Créeme, tu retorno de inversión te lo va a agradecer.